martes, 25 de octubre de 2016

Lectura para entretener, La confesión.


Una novela de ficción, intriga y erotismo.


Confesión, de Jesús Montiel.
El Padre William a visto su fe puesta a prueba, primero se le suicida un feligrés en plena misa por no haber podido recibir su confesión en ese momento., después de un tiempo, en una cena con Sara, una de sus feligreses fue objeto de un atraco. Esto ultimo fue algo extraño, ya que lo obligaron a realizar ciertos actos insanos que atentaron contra su virtud, su pureza y su inocencia., bueno, tampoco hay que exagerar con esto ultimo. Pero lo más insólito de esta situación, es que los actos que le obligaron a realizar le fascinaron y lo aterraron a la vez. Como puede ser que un acto prohibido lo dejara alterado, ardoroso, y que también le provocara tener unos candentes sueños juveniles.

Una jocosa, ligera y entretenida  lectura., quien dice que de las adversidades no se puede obtener un grato recuerdo. 


Algunos fragmentos para animarlos a leer esta novela.


  • – ¡Hijo!, siéntate, escucha la palabra y espera, no puedo abandonar la misa y a todos los fieles presentes, por tu capricho de confesarte en este preciso momento. Se levantó, se acercó hasta la puerta de salida y al abrirla, volteándose, gritó:– ¡Padre, muchas gracias! e inesperadamente, ante la mirada atónita y de pánico de los presentes, saca un arma para dispararla en su sien derecha. Solo pude sostener un pensamiento en medio de los gritos de los asistentes, “otro pecado más”. 
  • Podría asegurar, que en la repetida invocación ¡cuerpo de Cristo! al entregar la ostia, ante algunas feligresas se me escaparía un ¡qué cuerpo Cristo!, agradeciendo a nuestro señor, la belleza de sus creaciones. 
  • – Padre, me siento sin derecho a confesarme. He vuelto a caer. No puedo resistirme a esa mujer. Solo al verla me ahogo y tengo que acercarme para respirarla,...una sensación como el hambre que solo mis labios sobre ella puede saciar…Esa palabra en la voz de Manuel, trajo a mi pensamiento la imagen de mi sotana, pero aun así, debió repetirla para despertarme de mi letargo contemplativo. 
  • Ella continúo lamiéndome, hasta dejarme llegar a mi primer orgasmo lésbico y mientras él le hacía sentir el suyo le pregunté: ¿Quién es esa mujer?, pero Martin no dejaba de penetrarla hasta que al fin, tomándola por el pelo como queriendo atravesarla con su miembro, dejándome saber que se venía en ella, exclamó con satisfacción:– ¡es mi esposa! 
  • pero luego de esa experiencia mis preferencias sexuales se han alterado o más bien, se han perturbado. Mis deseos se han incrementado, he comenzado a masturbarme compulsivamente. Tengo fantasías totalmente perversas e insólitas con hombres y mujeres, 
  • Sin embargo, estoy seguro que pocos mortales serían capaces de interrumpir una confesión como esta, de los labios de una relatora tan sensual y deslumbrante. Dios sabe que lo intenté. 
  • Aunque pudiese excusarme, alegando la coacción bajo amenaza a la cual fuimos sometidos, mi conciencia me recriminaría el placer que mi cuerpo recibió y si en algún momento de no retorno, deseaba seguir siendo obligado para no tener que invocar mi fuerza de voluntad para detenerme. No podría asegurar mi respuesta. 
  • – ¡Padre! ¿Es cierto lo que respondió en el confesionario? Aunque suene retorcido, yo lo disfruté mucho padre. Es usted, un hombre en todo el sentido de la palabra. Pero sinceramente, me causó un poco de escozor en mi orgullo su respuesta. 

















Espero que este libro les llame la atención y puedas añadir algún comentario.

También los invito a seguir mi blog
http://detodounpocomexpreso.blogspot.mx/

En el cual voy poniendo los libros, poemas y relatos que voy terminando de leer., así que hasta luego y gracias.


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